Quiero llorar mi pena y te lo digo
para que tú me quieras y me llores
en un anochecer de ruiseñores,
con un puñal, con besos y contigo.
Quiero matar al único testigo
para el asesinato de mis flores
y convertir mi llanto y mis sudores
en eterno montón de duro trigo.
Que no se acabe nunca la madeja
del te quiero me quieres, siempre ardida
con decrépito sol y luna vieja.
Que lo que no me des y no te pida
será para la muerte, que no deja
ni sombra por la carne estremecida.
by Federico García Lorca
Recent Comments
pete says,
thank you very much this was very helpfulH M Yamada says,
There is something dire, dangerous and mysteriously compelling about these ...
Robert Horvitz says,
Belated thanks for citing my work! I have a newer ...
article/about says,
Berber as well as Arab nomads took their caravans of ...
Betty Wood says,
Sometimes when I create something beautiful I feel like someone ...